Si ellos quisieran, podrian.
Una cosa queda clara y evidente. Si los políticos quisieran combatir la corrupción, podrían.
Bastaría con emplear todos los medios al alcance, pero no hay ningún partido que verdaderamente quiera poner empeño en ello ¿Por que? La respuesta es clara y evidente; todos tienen muchos agujeros que tapar, por tanto lo mejor es dejar que pase la tormenta y a dar lecciones de honradez ante televisiones amigas y periodistas adiestrados.
No hace falta pensar cómo resolver el problema de la corrupción. Fácil y sencillo: político emputado, destituido automáticamente del cargo. Es de suponer que si se imputa es porque hay indicios muy relevantes. Una vez condenado, en el supuesto de que exista condena, se le obligaría a devolver todo lo usurpado, se podría investigar su patrimonio y el de sus afines ( esposa, hijos, pardes...). Para evitar desvíos no se podrían presentar a ningún cargo político. Pero como no interesa, cuatro días cruzándose pequeñas ignominias y a esperar que vuelva a juzgarse un partido de fútbol llancado clásico para distraer al personal.
Solo hay una salida, como los políticos no quieren cambiar las reglas del juego -porque no les interesa- las tendremos que cambiar los ciudadanos. No yendo a votar, creando un partido anticorrupción que cambie las leyes de blindaje de los políticos. Hemos de hacer algo porque el barco se nos hunde y la tripulación es casa vez más corrupta.
martes, 21 de mayo de 2013
lunes, 15 de abril de 2013
Desierto

En la imagen podemos ver reflejado un gran desierto acompañado de un ambiente cálido
y sin fondo.
Seria imposible recorrérselo durante dos o más días, es de una semejanza enorme
y con mucha profundidad, y eso crea un ambiente de soledad y pena.
Nos encontramos con una zona despoblada ya que no se encuentran habitantes ni muestras
de vida a su alrededor.
En el centro de la imagen esta situado un barco, o mejor dicho lo que queda de el,
un montón de chatarra oxidada y empobrecida.
Al parecer, en sus tiempos debería de ser un barco importante para el comercio
o el transporte de personas dado a su agrandaría y su peso.
Pero, ¿Qué hace un barco antiguo en un desierto? ¿Tal vez en ese lugar en un pasado había agua?
Efectivamente, en esta imagen nos encontramos en los cimientos de un antiguo mar,
ya extinguido que se fue secando por el tiempo hasta día de hoy.
Cepiilarse los dientes

1º.- Dirigirse al baño en estado semiconsciente.
2º.- Al llegar al baño abrir los ojos completamente.
3º.- Coger el cepillo de dientes y aplicar la pasta, puede ser de
diferentes sabores (menta, fresa, etc..)
y colores (rosa, verde, blanca, azul...) Todo depende del gusto de cada
persona a la hora de elegir.
4º.- Cepillar la boca por todas los rincones para obtener un aliento fresco
y unos dientes brillantes.
5.- Enjuagar con abundante agua dos o tres veces.
MALL(20012-20013)

En la fotografía podemos observar a una madre con su hijo de unos pocos
meses.
Este es el emisor, que a través de sus llantos como indicios emite
una información, la cual puede ser querer alimentarse, dormir o
transmitir que se siente asustado para llamar la atención de la madre, la
receptora.
Esta, siguiendo su instinto protector, le responde con una caricia para
calmarlo y a la vez emite un sonido que le ayuda a relajarse, de esta forma la
madre pasa a ser la emisora.
El código utilizado por los dos es el sonoro, ya que el bebé aun no ha
desarrollado el código lingüístico y solo se puede comunicar mediante sonidos
utilizando como canal las cuerdas vocales.
También podemos apreciar el código táctil por parte de la madre al
acariciarte.
En general la función que transmite la imagen es emotiva, ya que nos
transmite una información de ternura y a la vez nos presenta la función
conativa por lo que hace al sonido que transmite la madre a su hijo para que se
tranquilice y deje de llorar.
En la imagen podemos ver
reflejado un gran desierto acompañado de un ambiente cálido
y sin fondo.
Seria imposible recorrérselo durante dos o más días, es de una semejanza enorme
y con mucha profundidad, y eso crea un ambiente de soledad y pena.
Nos encontramos con una zona despoblada ya que no se encuentran habitantes ni muestras
de vida a su alrededor.
En el centro de la imagen esta situado un barco, o mejor dicho lo que queda de el,
un montón de chatarra oxidada y empobrecida.
Al parecer, en sus tiempos debería de ser un barco importante para el comercio
o el transporte de personas dado a su agrandaría y su peso.
Pero, ¿Qué hace un barco antiguo en un desierto? ¿Tal vez en ese lugar en un pasado había agua?
Efectivamente, en esta imagen nos encontramos en los cimientos de un antiguo mar,
ya extinguido que se fue secando por el tiempo hasta día de hoy.
y sin fondo.
Seria imposible recorrérselo durante dos o más días, es de una semejanza enorme
y con mucha profundidad, y eso crea un ambiente de soledad y pena.
Nos encontramos con una zona despoblada ya que no se encuentran habitantes ni muestras
de vida a su alrededor.
En el centro de la imagen esta situado un barco, o mejor dicho lo que queda de el,
un montón de chatarra oxidada y empobrecida.
Al parecer, en sus tiempos debería de ser un barco importante para el comercio
o el transporte de personas dado a su agrandaría y su peso.
Pero, ¿Qué hace un barco antiguo en un desierto? ¿Tal vez en ese lugar en un pasado había agua?
Efectivamente, en esta imagen nos encontramos en los cimientos de un antiguo mar,
ya extinguido que se fue secando por el tiempo hasta día de hoy.
He escogido esta asignatura para aprender a escribir y expresarme mejor.

Creo que de cara a la selectividad me irá muy bien y podré comunicarme
mejor. Sobre todo
desearía poder mejorar mi ortografía.
Creo que ha sido una muy buena elección y que me será muy útil.
Desde hoy serás mi blog de trabajo : ¡BIENVENIDO!
desearía poder mejorar mi ortografía.
Creo que ha sido una muy buena elección y que me será muy útil.
Desde hoy serás mi blog de trabajo : ¡BIENVENIDO!
Cayetana Fitz

Nació el 28 de marzo de 1926 en Madris, aunque siempre se consideró andaluza de corazón.
Hija única de Jacobo Fitz-James Stuart y Falacó, XVII duque de Alba, y de María Rosario de Silva, XV duquesa de Aliaga.
Se observa a una mujer de edad un tanto avanzada.
Las arrugas remarcadas de su rostro, los ojos con los párpados caídos y su cabello grusáceo son señales inequívocas del paso del tiempo.
Posee una piel pálida como la nieve, unos labios estriados como si estubiesen operados y unas cejas semipobladas. Su nariz respingona da un toque de alegria a su cara envejecida.
Parece una mujer muy alegre y divertida aunque su edad ya no le permita muchos trotes.
Relato de 100 palabras
Una mañana, Alicia madrugó más de lo normal. Las pesadillas de todas las noches se volvían a repetir.
Era dificiñ conciliar el sueño, así que decidió ir a correr por la playa.
Hacias ya tres años que no trabajaba. Desde aquel incidente no había vuelto a trabajar.
La soledad y el aburrimiento se apoderaron de su ser.
La habian acusado injustamente de robar 4.000 euros pro ella era inocente.
Aquella mañana tomó una decisión que le devolvería la paz que se merecía.
Entró en la antigua oficina, introdujo la mano en su bolso y acarició el gatillo de la pequeña pistola.
Goya asistido por el doctor Arrieta

1820. Óleo sobre lienzo. 115 x 79 cm. Minneapolis, Institute of Arts. 40.20 - Siglos XIX y XX. Neoclasicismo/Romanticismo 19.10.30 – Costumbres Francisco de Goya y Lucientes (Fuendetodos, provincia de Zaragoza, 30 de marzo de 1746 – Burdeos, Francia, 16 de abril de 1828), fue un pintor y grabador español. Su obra abarca la pintura de caballete y mural, el grabado y el dibujo. En todas estas facetas desarrolló un estilo que inaugura el Romanticismo. El arte goyesco supone, asimismo, el comienzo de la Pintura contemporánea, y se considera precursor de las vanguardias pictóricas del siglo XX. Fue pintado en 1820 que refleja la grave enfermedad —quizá el tifus— que padeció desde noviembre de 1819 en la que fue atendido por el médico Eugenio García Arrieta.
En el cuadro podemos observar a dos personajes principales y detrás de ellos tres personajes secundarios. El espacio no está muy determinado ya que no se aprecia el lugar exacto de los hechos.
Todos iban a despedirse de Francisco, sabían que su vida no se iba a alargar mucho más, era algo imposible, estaba muy debilitado y sin fuerzas de seguir.
Sus vecinos, amigos, hermanos, hermanas y otros familiares se encontraban en su casa llorando y desesperados de la pena y la impotencia de no poder hacer nada para mejorar el estado de salud de Francisco.
En ese momento apareció un hombre trajeado, moreno, de aspecto serio y malhumorado.
El hombre, era un médico muy prestigioso de la zona y se acercó para intentar ayudar a Francisco, no tenía muy claro lo que le iba a dar, ni tan si quiera si le iba a funcionar, pero en ese momento pensaba en buscar una solución para poderle salvar la vida.
Abrió su maletín, en él había numerosos artilugios y potes de distinto color cada uno de ellos, tenían un tamaño no muy grande, para ser más concretos, un tamaño pequeño y cada uno llevaba su pequeña inscripción con una letra no muy entendible e ilegible.
De él, sacó un pote, el más pequeño de todos, tenía un color poco común, entre verde fosforito y amarillo desteñido. Añadió una gota de un frasco que tenía guardado en la americana y lo mezcló durante varios minutos. Ana, su hermana, lo miraba extrañada y a la vez esperanzada. Ella era la hermana pequeña y la más responsable, era la encargada de llevar la casa ya que su madre había fallecido hacia 5 años por la misma enfermedad que sufría en ese momento su hermano Francisco. Su madre llegó a estar años sufriendo de dolor hasta que finalmente su corazón decidió pararse agotado del terrible sufrimiento.
El doctor pidió un vaso con agua y rápidamente Ana se lo trajo, puso el contenido del pote en él y lo volvió a mezclar todo.
Ayudó a que Francisco se incorporara en la cama y sorbo a sorbo le fue dando el contenido del vaso. Al terminar, Anna le preguntó al doctor que era lo que tenía que hacer y el doctor le respondió que esperara.
Pasaron cinco minutos, diez, veinte, treinta y Francisco no mejoraba…Al amanecer, Ana fue a llevarle el café de todas las mañanas. Al entrar en la habitación, el vaso se le cayó al suelo, derramándose todo el contenido y rompiéndose el cristal. Su hermano estaba muerto, ya no tenía pulso, no respiraba y su cara estaba completamente blanca.
Enseguida se dirigió a la consulta del médico, enfadada, cabreada, malhumorada, triste y decepcionada.
Al picar en la puerta nadie contestaba no había ni un alma en esa consulta. Volvió a su casa y antes de entrar encontró una carta en el suelo: ‘’ no había solución, así que he decidí cortar con el sufrimiento por su bien y por el vuestro’’
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